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Avellanas. La Nueva Fruta Dorada del Agro

Fecha de Publicacion : 21-03-2017 por :http://www.nosmagazine.cl
El mercado de los frutos de nuez ha tenido una expansión insospechada en nuestro país. Quienes fueron pioneros en plantar nogales y almendras hace ya más de 60 años nunca pensaron el desarrollo que tendrían esos cultivos y que tienen al avellano como el producto estrella del momento.

Para Pablo Grau, ingeniero agrónomo, el avellano es una especie relativamente nueva en Chile en cuanto a su producción comercial (hace 15 años) y comenzó cuando la industria chocolatera de Europa en los países desarrollados hizo un análisis sobre la oferta y la demanda del mundo. Los resultados arrojaron un desfase entre estas dos variables en cuanto a materia prima, lo que instó una serie de estudios en muchos países del mundo (sobre todo en el hemisferio sur) para encontrar los lugares más aptos para el cultivo contraestación de esta fruta.

Sin ir más lejos, precisa que la demanda de la industria chocolatera llega aproximadamente a un 80%. El resto se comercializa para consumo fresco.

“Hay que dejar en claro que el mayor consumidor es Alemania y el principal país productor es Turquía cuyo rendimiento es de un 65 a 75% equivalente a 650 mil toneladas. Lo que sucede es que la producción en este país es precaria en cuanto a tecnología, a diferencia de Chile, lo que arroja un promedio de producción de una tonelada por hectárea, lo cual es bastante bajo”, precisa.

De acuerdo a esto, el profesional indica que en nuestro país, y precisamente en la región del Bío-Bío, se logran los potenciales más altos del mundo (5 toneladas por hectárea). “Esto porque existen muchos factores que nos juegan a favor, aun cuando hay que cumplir ciertos requisitos para efectuar un trabajo como corresponde en materia de contar con buenos suelos, una correcta preparación de los mismos, calidad de plantas, polinizantes adecuados, manejo de riego por goteo (el avellano demanda 4 mil metros cúbicos de riego hectárea/año), control de malezas, etc. ¿Resultado?, cuando se cumple todo esto a cabalidad se puede llegar a un rendimiento de 3,5 a 5 toneladas por hectárea”, detalla.

Factores a favor

Como hemos mencionado, hay elementos que hacen de Chile y nuestra región el mejor lugar para el cultivo del avellano. Entre ellos está la temperatura y el clima, el cual es mediterráneo, con las estaciones bien marcadas y sin extremas de frío ni calor (lo que protege de enfermedades y de las heladas porque la cuaja se produce entre noviembre y diciembre) y dista de lo que pueden ofrecer potenciales competidores como Argentina, Australia o Nueva Zelanda, la escasa mano de obra que demanda y alta tecnología en la producción (con maquinaria cuyos costos llegan a los 12 millones de pesos).

“Es cosa de comparar lo que sucedía hace 20 años, cuando en 1995 existían apenas 15 hectáreas y hoy ese número se eleva a las 17 mil hectáreas (4 mil en Bío-Bío) con la estimación de 20 mil para el año 2020.

En Chile tenemos mayoritariamente la especie Corylus Avellana que es la de mejor calidad y proviene de Europa. Para comenzar se invierten alrededor de 3 a 4 millones de pesos y el costo anual posterior por hectárea asciende a un millón de pesos, lo cual es tremendamente ventajoso”, enuncia.

Es por ello que el 2015 se pagó a nivel mundial 6,70 dólares el kilo. El año 2014 fue del orden de los 3 dólares y se espera para este 2016 estar entre los 4 a 5 dólares. “Si uno toma una calculadora se puede dar cuenta que la rentabilidad por una hectárea de producción promedio (3,5 toneladas) hace del avellano un negocio redondo. Tal es así que en Ñuble existen aprox. 50 productores cuyo número va creciendo año a año. Por ejemplo, puedo nombrar el caso de Alonso Vera, un productor lechero de Mulchén que se cambió al cultivo del avellano en 2007. Al cabo de 2 años, y siguiendo mi asesoría en el tema, comenzó a producir y actualmente obtuvo 5 millones de pesos por hectárea al año en un predio de 10 hectáreas. Ahí se grafica a lo que me refiero al decir que el Avellano es un negocio redondo”, concluye.

Tipos de variedades en Chile y valores que se pagan

Barcelona de origen Estados Unidos US$ 2,8 dólares el kilo.
Tonda di Giffoni de origen Italia US$ 3,5 a 3,7 dólares el kilo.
Lewis de origen Estados Unidos US$ 2,8 a 3,5 dólares el kilo.
Una mirada a la historia

Jaime Armengolli Presidente del Comité de Productores de Avellanos

Hace 26 años, en 1989, Jaime Armengolli, Presidente del Comité de Productores de Avellanos Maule trajo el primer material genético para desarrollar el avellano en Chile, nunca imaginó que el año 2015 habría 15.000 hectáreas plantadas. Y la superficie plantada sigue creciendo, año tras año, a razón de unas 1.000 hectáreas anuales. Se estima que al llegar al 2020 habrá más de 20.000 hectáreas plantadas.

Nuestro país aporta condiciones de clima y suelo óptimos, y si además sumamos el profesionalismo y capacidad emprendedora de nuestros agricultores, tenemos la mejor explicación del desarrollo explosivo de las avellanas europeas.

Las avellanas chilenas son de excepcional calidad, porque siendo un cultivo de pocas enfermedades en general, en nuestro país no son afectadas por las existentes en otros países productores. Por ejemplo, no tenemos presencia de aflatoxina, ya que cosechamos a fines de febrero y durante todo marzo, incluso abril, donde nuestras cosechas no son afectadas por lluvias o excesos de humedad. Y esto es muy importante tanto para los consumidores industriales y de retail, ya que tienen seguridad que están usando y comercializando un producto sano.

Hasta el momento, no se han detectado plagas o enfermedades que pudieran afectar la avellana nacional. Sin embargo, no se descuidan los controles y monitoreos con el ánimo de resguardar un cultivo que ha reportado tantos beneficios económicos a los productores.

“Hoy en día, los consumidores marcan una preferencia por alimentarse de frutos secos, como nueces, almendras, pistachos y las avellanas, entre otros. Sus propiedades nutricionales y organolépticas han sido bien recibidas por el mercado. En los últimos años ha crecido mucho su demanda para helados, chocolates, pastelería, sacos y todo el sector gourmet que está muy de moda” destaca Jaime Armengolli.

La historia no fue fácil según comenta el presidente de los productores de esta fruta. “El avellano lo introdujimos en el año 1989, con el primer material genético que trajimos desde Italia. El inicio fue difícil como toda cosa nueva que se emprende. Sin embargo nuestro tesón, empuje y convencimiento de que estábamos en lo cierto, interesó a varias empresas y agricultores a plantar avellanos que han contribuido al desarrollo de las avellanas en nuestro país”.

Las proyecciones futuras del avellano en los mercados mundiales son muy auspiciosas. Hay estudios que indican una tasa de crecimiento de consumo del orden de un 7 por ciento anual, y que el crecimiento de la superficie de avellanas a nivel mundial no está creciendo a la misma tasa. Más aun, si consideramos que las exigencias de calidad en los mercados aumentan año a año, hay grandes países productores, que por diversos motivos, no han adecuado sus huertos con las variedades correctas y la trazabilidad adecuada, es razonable pensar que podría llegar a haber un faltante de avellanas de buena calidad.

Desde esta perspectiva, nuestro país está en una situación única y privilegiada de aumentar en grandes volúmenes la producción sin temor a una sobreproducción ya que se reemplazará nada menos que el origen de consumo.

Jaime Barahona, Presidente de un Grupo de Transferencia Tecnológica de Avellanos en Maule explica que la avellana tiene gran futuro. “Creemos que Chile es un lugar privilegiado para la producción del avellano, así lo han demostrado los índices de producción. Es por ello que vemos que esperamos producciones expresadas a su máximo potencial, en gran parte por las características climáticas”.

Por otra parte, Barahona argumenta que “el apoyo estatal esperado es a través del financiamiento y nuevos profesionales apoyados por nosotros para un mayor desarrollo e investigación sobre el avellano, sobre sus variedades, su potencial y la investigación de fertilizaciones, por ejemplo”.

“Nosotros necesitamos apoyo en la parte técnica, si bien nos hemos unidos como productores, necesitamos una mayor ayuda porque el avellano cuenta con mucho futuro, ya que en el hemisferio sur, prácticamente Chile es el único productor de avellano y entregándolos a contraestación seguimos produciendo una muy buena calidad de avellanas. Además de la tecnología, que es fundamental para crecer, recibimos la ayuda de AgriChile, pero necesitamos una mayor profundidad en esta materia”, finaliza Jaime Barahona.

Perspectivas de desarrollo del avellano en el sur de Chile

Según el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), el curso positivo de los precios de las avellanas en los últimos años indica que los agricultores de las regiones del sur (Bío-Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos) continuarán invirtiendo fuertemente en este cultivo, con el fin de exportar su producto al mercado internacional (Europa, Estados Unidos, China, Brasil), “offseason” respecto a la producción del hemisferio norte. La producción de avellanas del centro sur y sur de Chile que se encuentra en una fase de expansión productiva, se basa en las variedades Barcelona (70%) y Tonda di Giffoni (30%). Otras variedades extranjeras y selecciones locales se encuentran en etapa de evaluación en el INIA, Centro Regional Carillanca y empresas privadas.

La producción de avellanas en Chile es superior a 5.000 t/anuales, casi exclusivamente destinada a la exportación hacia Europa, Estados Unidos y cierto volumen a Asia y América del Sur. Una cantidad es absorbida por el mercado interno para el consumo de fruta descascarada y una pequeña parte es destinada a la industria agroalimentaria. Cabe destacar, que durante la temporada 2011 -2012 se exportaron alrededor de 5.000 toneladas de avellanas con cáscara por un valor de U$ 15.776 (miles de U$ FOB) con precios promedios de U$ 3,16/kilo. Respecto a avellanas sin cáscara los volúmenes exportados fueron de 109 ton por un valor de U$ 835 (miles de U$ FOB) y con precios de U$ 7,64 U$ por kilo. El principal socio comercial de Chile es Italia con una importación de U$ 12.530.046. En relación a la superficie establecida, aproximadamente 10 mil hectáreas se encuentran en fase de formación, por lo que se visualiza un fuerte incremento de la oferta en los próximos años.

Las principales ventajas de Chile en la producción de avellanas son:

Buenas condiciones edafoclimáticas para la producción de avellanas. En particular, algunas zonas presentan suelos profundos de origen volcánico con elevado contenido de materia orgánica.
Calidad de los frutos y menores costos de producción: Las regiones del sur de Chile (Bío-Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos), caracterizadas por condiciones de clima templado frío, presentan buenas condiciones para producir avellanas de óptima calidad con menores costos (tierra, agua, mano de obra) significativamente menor respecto a regiones centrales y principalmente respecto a Europa y Estados Unidos.
Elevada capacidad profesional de los empresarios y nuevos emprendedores, de los operadores comerciales y de los exportadores chilenos.
Estabilidad política y económica de Chile respecto a otros países sudamericanos y de países de la ex Unión Soviética (Balcanes) que producen avellanas.
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